EL MILITANTE SALTA – REDACCIÓN. – Aquella frase del famoso artista y payaso, José “Pepe” Biondi”: “Mientras haya un niño el Circo continuará”, resultó profética. Porque con el paso de las décadas el formato del Circo ha cambiado, pero continúa despertando la atención de los mayores y la ansiedad de los niños por ingresar a esa carpa que cada vez, como una Meca de la alegría, se levanta en su ciudad y donde se renueva en cada función esa magia de la ilusión y lo novedoso.
Y otra vez, “El Circo ha llegado a la Ciudad”, como decían los antiguos cartelones publicitarios que encendían nuestras ansias de ingresar a la carpa, pero ahora, la propuesta une dos categorías opuestas en un mismo espectáculo: el pasado remoto con los dinosaurios y la última tecnología al servicio de la ilusión. Es el “Circo de los Dinosaurios”, que llegó a Salta con su performance que invita a los asistentes a transportarse al lejano mundo de la prehistoria en una puesta que llena de asombro y emoción.
La llegada…
Cada vez que un Circo llega a una ciudad, los momentos previos al debut repiten ese rito de trabajo con dedicación y pasión. El momento de levantar la carpa repite la ceremonia ancestral de los antiguos saltimbanquis, aquellos artistas itinerantes que realizaban diversas formas de entretenimiento en ferias, plazas y otros espacios públicos durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa.
De hecho, su nombre -saltimbanquis- proviene del italiano «saltimbanco», que se descompone en «saltare in banco», lo que significaba «saltar en el banco», refiriéndose a la costumbre de estos artistas de realizar acrobacias y saltos sobre plataformas o bancos elevados para atraer la atención del público, un carácter que se repite en los audaces acróbatas que realizan sus atrapantes rutinas a varios metros de altura, o haciendo gala de un equilibrio en el monociclo de caños discontinuos.

Junto a los últimos efectos de la tecnología, el público goza en el “Circo de los Dinosaurios” de una variedad de habilidades, todas teñidas de la versatilidad de artistas consumados que combinan las acrobacias con malabarismos, el sorprendente contorsionismo del “Hombre Goma”, y por supuesto, la presencia del ilusionismo y la magia.
También se repite en esa tradición la posibilidad de que el arte que se despliega en la pista de “El Circo de los Dinosaurios” sea accesible a todo público, que puede admirar una variedad diversas de trajes y coloridos.
Como ha sido siempre, también con este espectáculo el circo es cultura a través del desarrollo de las artes escénicas que despliegan los multifacéticos artistas quienes entretienen al público representando diversos contextos donde la música y la danza cautivan la atención.

El Circo también es una familia, ya porque lo forman grupos familiares, ya porque cuando el visitante ocasional se acerca a curiosear atraído por ese encantamiento que provoca, encuentra la calidez de los artistas que sin maquillaje y sin sus vestimentas, reciben con la mano franca y la sonrisa amable, logrando que desde el niño hasta el anciano que asiste a la función, durante esas horas se sienta como en su casa.
Ya está en desarrollo la función y las puertas de “El Circo de lo Dinosaurios” abiertas para que los salteños puedan disfrutar de un espectáculo único y diferente, visitando la boletería del Paseo Libertad. –