EL MILITANTE SALTA – POR ERNESTO BISCEGLIA. – El arma política más importante de un gobierno -ya nacional, provincial o municipal- es la comunicación política. La mayoría confunde prensa y propaganda con comunicación política y no es lo mismo. La diferencia está en los objetivos.

Mientras “prensa” se refiere a los medios de comunicación que sólo informan sobre eventos y noticias y la propaganda busca persuadir y manipular a la opinión pública, la comunicación política es una estrategia, un conjunto de acciones planificadas y ejecutadas por actores políticos, partidos o movimientos con el fin de transmitir mensajes específicos a la sociedad para alcanzar objetivos políticos, como mejorar la imagen del gobierno, gestionar crisis de imagen, entre otros objetivos.

La importancia de saber comunicar en la política no puede ser subestimada. Las imágenes tienen un poder único para captar emociones, narrar historias y, en algunos casos, cambiar el curso de la historia. Recordamos, por ejemplo, aquella foto del dirigente, Herminio Iglesias, perdiéndole fuego a un ataúd con las siglas de la UCR en el acto de cierre de campaña en 1983; eso le costó las elecciones al Justicialismo y cambió la historia, obviamente. Una foto.

Otro ejemplo paradigmático fue la foto del abrazo entre el general Perón y el doctor, Ricardo Balbín. Esa foto constituyó por sí sola, sin agregar una sola palabra, todo un símbolo de una época.

La Fuerza de una Imagen

En la era de las redes sociales donde el periodismo ha mutado y donde el artículo de fondo ya prácticamente es una pieza de colección, sólo dirigido a un público culto o especializado, la imagen, el video, han adquirido una potencia casi se podría decir, devastadora. La noticia, hoy se compone sólo de tres elementos: la foto, la bajada y las primeras cinco a diez líneas.

La fotografía tiene una capacidad inigualable para transmitir mensajes complejos de manera instantánea. En el caso del atentado a Donald Trump, la imagen tomada en ese momento lo mostró con una expresión de determinación y control.

Esta foto se convirtió en un símbolo de liderazgo y resiliencia, atributos que son altamente valorados por los votantes en tiempos de crisis.

La Comunicación en Política

En una era donde las noticias se consumen rápidamente y las redes sociales amplifican cada mensaje, saber comunicar eficazmente es esencial para cualquier político. Trump y su equipo entendieron esto perfectamente. La foto no sólo fue publicada en sus canales oficiales, sino que también fue ampliamente compartida y comentada, logrando un impacto masivo.

La Narrativa del Líder Fuerte

Las campañas políticas a menudo construyen narrativas que buscan resonar con las preocupaciones y aspiraciones de los votantes. La imagen de Trump después del atentado reforzó esa narrativa de un líder fuerte y decidido, dispuesto a proteger a su país a cualquier costo. Esta percepción fue crucial para atraer a votantes indecisos y fortalecer el apoyo entre sus seguidores.

Aprender de los otros

Ya todo está inventado en el mundo. Sólo hay que copiar y adaptar. El caso de la foto de un Donald Trump, herido pero vigoroso, se convierte en una verdadera clase magistral sobre cómo una sola imagen puede cambiar el curso de una elección.

Más allá de las políticas y los discursos, la capacidad de un líder para comunicar fuerza y estabilidad en momentos críticos puede ser decisiva. En el caso de Trump, esta imagen fue un factor clave que, junto a otras estrategias, ya contribuyó a su eventual victoria electoral.

Comentá con Facebook