EL MILITANTE SALTA – REDACCIÓN. – Lo que se apreciaba como conflictivo desde un principio, finalmente parece tener entidad y la relación entre el presidente, Javier Milei, y la vicepresidente, Victoria Villarruel, ha finalizado.

“Victoria ya no es parte del gobierno. Sigue por una cuestión institucional”, dijo una fuente calificada. Incluso, en el mapa institucional recientemente publicado, el presidente y su hermana aparecen al mismo nivel, con la imagen del Mandatario un poco más grande, mientras que por debajo de Posse los ministros aparecen ubicados de acuerdo al orden alfabético de sus carteras: Victoria Villarruel, no está.

El listado de funcionarios que se fueron de la Administración Milei contiene varios nombres, entre los que debería estar Victoria Villarruel. Fuentes consultadas de la Casa Rosada dijeron que “la quiere echar, pero no puede porque Villarruel llegó por el voto de la gente”.

Causas del Conflicto:

Una de las causas del conflicto interno son las diferencias ideológicas ya que Milei y Villarruel tienen enfoques diferentes sobre varios temas políticos. Mientras que Milei adopta una postura libertaria y económica radical, Villarruel ha enfocado su carrera en temas de derechos humanos y en la revisión crítica de los años de la dictadura militar.

También difieren en cuestiones de políticas de seguridad y derechos humanos: Villarruel ha criticado duramente el enfoque de Milei sobre temas de seguridad y derechos humanos, argumentando que su visión puede ser perjudicial para el respeto de los derechos fundamentales.

Finalmente, existe una rivalidad política ya que ambos tienen ambiciones políticas fuertes y, a veces, estas ambiciones pueden chocar. Las diferencias de estilo y enfoque también han contribuido a tensiones personales y profesionales.

El conflicto ha evolucionado con declaraciones públicas y críticas mutuas en medios de comunicación y redes sociales. Villarruel ha acusado a Milei de tener una visión simplista y peligrosa sobre los derechos humanos, mientras que Milei ha respondido acusándola de manipular el tema para ganar popularidad.

Pero fueron las declaraciones de Villarruel afirmando de que Francia es un país colonialista lo que derramó la situación. Saltando los canales institucionales y dejando de lado a la Cancillería, la secretaria general de la Presidencia se dirigió a la Embajada de Francia. Karina Milei mantuvo un encuentro de media hora con el embajador Romain Nadal y le transmitió que las palabras de la vicepresidenta no representaban la postura del Gobierno.

El descrédito para Villarruel lo hizo explícito el vocero presidencial, Manuel Adorni. “La secretaria general de la Presidencia efectivamente fue a la embajada francesa a explicar que el desafortunado comentario [de Villarruel] fue a título personal y que no era la posición del Gobierno entremezclar cuestiones de pasiones deportivas con cuestiones diplomáticas”, dijo el funcionario este viernes, en su habitual conferencia de prensa. Para intentar dar por cerrado el asunto, dijo que “las relaciones con Francia están intactas”.

Como sea, el resultado final es la separación de hecho de Victoria Villarruel del esquema de gobierno. Mal síntoma.-

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