SALTA (POR ERNESTO BISCEGLIA – Publicado en Voces Críticas)En varias ocasiones nos hemos referido a la paradoja de celebrar 40 años de Democracia ininterrumpida sin partidos políticos, sin participación ciudadana y con una repetición sistemática de nombres. De esa manera se ha depreciado la Democracia y se la ralentizado el proceso de sustanciación de ideas que animen en Salta el ritmo del progreso global que cambia nuestra realidad prácticamente en horas.

Algunas Teorías de la Mente, sugieren que la percepción de estar muertos no es inmediata al fallecimiento provocando que la conciencia continúe en acto y presencia a pesar de haber perdido el cuerpo. Esto explicado en modo pincelada, por supuesto, es lo que ha ocurrido con nuestra Democracia, donde muchos que ya están muertos, pero no tienen conciencia de que lo están y se empeñan en continuar ocupando cargos públicos y siendo candidatos. Mientras tanto, el pueblo ya está pensando de manera diferente.

La presencia de estos productos políticos vencidos, han ocasionado dos fenómenos: Por una parte, se perdieron las doctrinas y desapareció la mística que animaba los grandes movimientos argentinos.

En segundo lugar se produjo la desintegración de los partidos políticos al abandonarse el compromiso con la militancia. En ese marco, sólo el Partido Justicialista conserva alguna estructura, aunque continúan en el candelero algunos -no pocos- que deberían estar en el Museo de Cera de Madame Tussauds en Londres, y otros, en la Universidad de Hardvard… pero en un frasco.

Es indubitable que la experiencia Milei es contundente prueba de que todo ha cambiado desde aquella frase del 24 de febrero de 1946, que decía “Sube la papa, sube el carbón, el 24 sube Perón”, eran los tiempos en que el votante orgulloso decía en la mesa al colocar su voto “¡Adentro, mi General!”. Ahora, el “grito de guerra” libertario es “¡Viva la Libertad, carajo!” y esto debe alertarnos porque el modo bolsón, zapatilla y choripán, ha sido reemplazado por el minuto de Tik Tok. Porque Milei no ganó en las urnas sino en los teléfonos.

El dato más revelador es que hoy la presidencia de la Nación está ejercida por un ciudadano que llegó allí sin partido, sin organización, sin militancia. Es un caso único ahora, pero puede no ser el único más adelante cuando todos comprendan que hoy la vida electoral pasa por los móviles.

Pero claro, una cosa es la compulsa electoral cada dos años y otra muy distinta es la POLÍTICA (Y nos permitimos escribirlo con mayúsculas). Porque es la ausencia de política lo que ha puesto al país en manos de un personaje con indisimuladas tentaciones de fundar una autocracia, algo contradictorio con la Libertad. Sin embargo, debe tenerse presente que el año próximo, La Libertad Avanza tendrá un partido político organizado y fortalecido por el presupuesto y con militancia activa del target de 16 a 40 años. Pero sobre todo, tendrá caras nuevas para ofrecer al electorado.

En frente de esa realidad, si no hay una rección inmediata, será el cementerio cívico donde yacen los partidos políticos, con dirigentes que con suerte saben enviar un whatssap, sin militancia activa y posiblemente con presupuestos menguados. ¡Y otra vez con los mismos de siempre, los del elenco estable! En estos términos, la derrota está asegurada.

Salta, como una provincia integrante de la Región que fundó el país, se encuentra en un momento histórico descollante y con la oportunidad de liderar el NOA con todos los concomitantes políticos, económicos y humanos. Por lo tanto, vemos como necesario e imprescindible formar un espacio plural, abierto y dispuesto a contribuir y fortalecer el gobierno de Gustavo Sáenz porque restan por delante tres largos años de gestión.

Si se razona la POLÍTICA, entonces nos daremos cuenta de que es necesario fortalecer al gobierno presente desde un espacio plural, abierto y convocante de todos aquellos que comprendan que “A esto lo salvamos entre todos, o no lo salva nadie”, como dijera el General Perón.

Hablamos de la necesidad de convocar a un Movimiento de opinión, políticamente diverso, cívicamente ecuménico y con ciudadanos comprometidos que piensen la política y comprendan la necesidad de militar la restauración democrática.

Que vengan los compañeros peronistas y su Marcha, los correligionarios radicales y su impronta cívica (Excepto Miguel Nanni, por supuesto, porque ese no es radical), los del pensamiento de izquierda que se inspiren en Abelardo Ramos, por ejemplo, los independientes, los librepensadores, todos y cada uno portando su bandera, su pancarta, sin renuncias a sus principios sino dispuestos a pensar el País, a pensar la Provincia y a pensar el Municipio. Un Movimiento, donde como dijera el Dr. Ricardo Balbín “No importa quién lleve el palo sino la bandera”; y agregamos: “La bandera de la democracia participativa”.

El Justicialismo podrá aportar la experiencia de un Esteban “Tuty” Amat, la preocupación ambiental y social de un Gastón Galíndez, la militancia férrea de un Dante Rosas; la verba de trinchera de un Walter Wayar. También la experiencia legislativa de un Manuel Santiago Godoy, la trayectoria incuestionable de un Pablo Francisco Kosiner, por decir de los más representativos, dejar de mencionar a las mujeres del Justicialismo, portadores incansables de la tea donde arden de manera perenee los principios sociales de Eva Perón. Los radicales un Luis “Lucho” Zavaleta, y así…, tantos otros salteños que desean animar este encuentro de todos.

En este sentido, hemos de decir que comulgamos con el pensamiento del gobernador Sáenz cuando habla de “convocar a todos”. Pues bien, desde esta tribuna decimos que es necesario aportar, discutir, consensuar, dialogar y buscar una síntesis política que defienda el verdadero sentido de la Democracia, los principios de la Justicia Social no del asistencialismo.

Es necesario fortalecer a través de una tarea pedagógica integral el conocimiento de nuestro pasado para que sirva de anclaje de quiénes somos, qué queremos y hacia dónde vamos.

El General Manuel Belgrano era monárquico, pero pensó el país para todos. Juan Bautista Alberdi, era un republicano liberal -no libertario-, y pensé una Constitución Nacional para todos “…para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”. Es hora de pensar en nuestra posteridad.

Pensar el País, es una tarea que nace y se compone desde las provincias, en esto se afirma el principio federal. Pensar la Provincia, es reconstruir la Democracia para no haya excluidos. Por fin, Pensar el Municipio, porque es la primera célula social y política desde donde se construye la pirámide jurídica y política de un país.

Es ahora, o luego, el año próximo, será demasiado tarde.-

Fuente: www.vocescriticas.com

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