EL MILITANTE SALTA – POR EL Dr. BARTOLOMÉ BASURTO. – ¡Vaya sorpresa la que nos ha traído la reciente votación en la Caja de Abogados de Salta! Pues, habrán de saber los neófitos que en estas elecciones se jugaba más que el destino de un sillón. Había en la tensión, el pasaporte a una nueva etapa en esa Institución o quedar los circunspectos leguleyos a merced del tal, Eduardo Romani, que poco menos habría convertido aquello en una sucursal del Tesoro de San Pedro, en el Vaticano, que como es sabido, nadie sabe cuánto acaudala ni cómo lo hace.

Imaginaos nomás, si como tesorero de la Caja de Abogados, al Romani, le pasaron por el costado algunos millones birlados por un empleado. Si no supo controlar los dineros, menos hubiera sabido de controlar tamaña organización como presidente. Quizás, tal vez, meciéndonos en un ámbito de historia contrafáctica, como el Vaticano mismo, esta Caja de Abogados, hubiérase convertido acaso también en una zona franca que expidiera -por ejemplo- permisos a los asociados para conducir encopetados. Dios sabrá…

Pero ¡Qué va!  El Romani ha caído y con él se arrastra tras de sí nada menos que al Abogado del Diablo, se diría en la metáfora, obviamente, pues su derrota -dicen-, habría partido las campanas catedralicias motivando la decisión de su todavía, Excelencia Reverendísima, Monseñor Cargnello,  de tentar promover el expediente de pronto despacho solicitando la excomunión del atado de almas que animadas por la inaceptable pretensión de llevar orden y transparencia a esa Caja de Abogados, se atrevieron a desafiar el orden celestial.

Mas, si el escándalo irrita y rasga la sotana del Cargnello como el Velo del Templo a la hora Nona, para colmo, el Romani ¡Ha sido derrotado por una fémina! Tiempos devotos y perdidos para la clase curial que todavía recita aquello del poeta perdido: “Llegarán tiempos terribles para la humanidad…, tiempos en que el cemento cubrirá las cosas de Dios. Tiempos en que la mujer llegará a pensar ¡Y también a hablar!” Pues os agrego: ¡A ganarle a estos irredentos tonsurados!

Desde la Magdalena que en Salta no se ha visto tamaño atrevimiento. ¡Ya os veo, a vosotros, íncubos blanqueados, buscando la leña verde para consumar el Auto de Fe quemando a estos cruzados de la Herejía conducidos por esa Julia Toyos y esa turba de sayones!  Leemos en los libelos que proclaman este triunfo sobre el heresiarca arriano, que forman en esa legión de almas ahora condenadas “… damas tan «respetables» como la mismísima Abbut, las infalibles hermanitas Briones, la diablilla autodenominada María Luisa Bravo”, por quienes ofrecemos desde ya preces y decimos contritos: «Omnipotens sempiterne Deus, qui salvare omnes homines vis, et ad agnitionem veritatis venire: animas diabolica fraude deceptas, ut erroris damnationem effugiant, Ecclesiæ tuæ redde mansuetudini. Per Christum Dominum nostrum. Amen.»

Tiembla la Curia de Salta ante la pérdida del botín y la caída de su Ángel siniestrado. Y ¿Ahora…? ¿Quién defenderá al Cargnello de las próximas causas? Ni el Chapulín Colorado tendría el valor social del Romani de exponer su persona en defensa de tal maniqueo.

Pero mirad, vosotros, que al fin de cuentas, lo acontecido en la Caja de Abogados no es sino voluntad del buen Dios; pues, si por una mujer la Humanidad se condenó, también por una mujer la historia se ha redimido.

Con los abogados ha pasado lo mismo.-