EL MILITANTE REDACCIÓN. – El Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas ha decidido suspender por 48 horas las cirugías de colocación de stent y angioplastias, en respuesta a la falta de pagos por parte de obras sociales, el aumento exponencial en los costos de insumos, y los salarios prácticamente inexistentes debido al deterioro inflacionario. Esta medida había sido anunciada el mes anterior, reflejando la situación crítica en el sector de salud cardiovascular.
Los profesionales advierten sobre la falta de insumos esenciales y la desproporción de los honorarios médicos en comparación con la complejidad de las prácticas intervencionistas. Jorge Limpias, miembro del Colegio, declaró a El Tribuno que el gremio está a la espera de respuestas por parte del Ministerio de Salud de la Nación, con la esperanza de que se adopten medidas para aliviar la crisis.
Aunque se suspenden los procedimientos ambulatorios que no requieren intervención de emergencia, se continuará brindando atención en casos de emergencias y cirugías programadas, asegurando así que los pacientes en situaciones críticas no queden desatendidos.
Crisis de costos y fuga de profesionales
La falta de actualización en los costos de las intervenciones es otro factor que agrava la situación. El valor de una angioplastia en Argentina ronda los 700 dólares, mientras que en países limítrofes como Chile o Uruguay, el mismo procedimiento tiene un costo tres veces superior. Esta diferencia no solo impacta en la viabilidad económica de las prácticas, sino que también fomenta la emigración de profesionales hacia estos países en busca de mejores condiciones laborales.
Las demoras en los pagos por parte de obras sociales, prepagas y PAMI, que pueden oscilar entre 60 y 90 días, empeoran la situación, dado que los montos finalmente abonados quedan desactualizados por la inflación al momento de ser percibidos. Esta combinación de factores plantea un panorama preocupante para la sostenibilidad de los servicios de cardiología intervencionista en el país, afectando tanto a los profesionales como a los pacientes que dependen de estas cruciales intervenciones médicas.
La comunidad médica y los pacientes esperan una pronta respuesta y acciones concretas por parte de las autoridades para revertir esta alarmante situación que pone en riesgo la atención de miles de personas.