El centro de salud Nº 28, de villa Asunción, diseñó un espacio comunitario para acompañar a la crianza de los niños, promover vínculos saludables y prevenir situaciones de violencia intrafamiliar.

A través de encuentros semanales, en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de ese barrio, profesionales de la salud realizan actividades lúdicas para fortalecer la relación entre los niños y sus tutores.

El proyecto “Nido de Colores” surgió para dar respuesta a la alta demanda de las madres de la zona con respecto a la educación de sus hijos y la preocupación de las docentes por problemas de conducta y aprendizaje de los niños.

Además, el servicio de psicología de ese establecimiento pudo registrar casos de adultos con síntomas ansiosos y/o depresivos vinculados a relaciones violentas vividas en su infancia. 

Una de las coordinadoras del proyecto, Carolina Paolucci, expresó que «lo distintivo de este dispositivo es el foco en el vínculo madre-hijo. Observamos que múltiples problemáticas son miradas, nombradas y diagnosticadas en las infancias como “no habla bien”, “hace berrinches”, “se porta mal”, “no aprende”.

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