EL MILITANTE SALTA – REDACCIÓN. – Ha sucedido lo que se esperaba. La votación en la Cámara de Diputados de la Nación que sostuvo el veto del presidente, Javier Milei, en contra del incremento -miserable, por otra parte- para los jubilados, revela la magnitud del estado de decadencia en que ha caído la clase política.
En la tarde de hoy se jugaban categorías superiores al frío número de un presupuesto. Estaba en juego un derecho legítimo y una actitud humanitaria, conceptos imposibles de comprender para quienes sólo utilizan la política para “la rosca” y el enriquecimiento de la propia bolsa a desprecio de la situación de quienes le pagan sus millonarios ingresos con los viles mendrugos que el Estado les alcanza.
En la fecha, ha caído definitivamente la máscara de la mentira con que Javier Milei ilusionó a millones de argentinos haciéndoles creer que venía contra “la casta”. Lo que jamás explicó es cuál era la casta para él y sus mandantes: que la casta era el pueblo argentino.
Hoy los privilegios de la clase política, el empresariado prebendario, los periodistas a sueldo, y la inacabable lista de “vendepatrias que se esconden en sus asquerosas madrigueras”, como diría Evita Perón, no sólo se mantienen intactos y asegurados, sino que fortalecidos. Porque negar la posibilidad de comer a un jubilado para que compre un medicamento, es militar en la escala más baja de la degradación a la que un ser humano puede llegar.
Se ha violado la dignidad
En el voto a favor del veto de Milei, tanto como en la abstención o la ausencia, se halla un acto miserable. Peor, aún, la abstención o la ausencia denotan cobardía. Leemos un comunicado del Bloque de Innovación Federal donde se suscribe una frase bochornosa: “Es importante destacar que nuestro compromiso no se agota en esta ley sino será objeto de análisis y resoluciones en las siguientes sesiones.” Una frase que representa en toda su magnitud la veta más infame y deshonrosa de quienes dicen representar al Pueblo.
Traducida, esa frase dice: “Lamentamos que apaleen a los abuelos y los priven de unos pocos pesos, pero políticamente no es correcto jugarnos. La próxima vez, veremos…”
Se violentado la dignidad del sector más desprotegido de la sociedad argentina y los “representantes del pueblo” han demostrado no tener ninguna dignidad.
Se ha faltado a la verdad
El Pueblo argentino, esa inmensa mayoría que votó a Milei, ha sido engañado por un hábil engatusador. Hoy, se descubre que se ha encaramado en el Sillón de Rivadavia, donde alguna vez estuvieron los hombres más nobles de la historia argentina, a un ser innoble, un mesiánico perverso que tiene más empatía por cinco perros que por millones de abuelos, de discapacitados, de enfermos terminales… y seguirán agregándose víctimas sociales al listado que elabora este individuo.
Han faltado a la verdad los diputados nacionales de Salta que votaron esta ley y los que no tuvieron el valor de jugarse por sí, o por no. Porque en su juramento, la representación del Pueblo conlleva su defensa. Hoy, los diputados nacionales NO HAN DEFENDIDO a quienes los votaron y les pagan sus siderales dietas.
Se ha faltado a la justicia
Entendemos que los diputados enrolados en La Libertad Avanza, hayan votado a favor del despropósito de Milei, porque siempre el mico hace la pirueta que su amo le ordena a cambio de un maní. Pero quienes alguna vez cantaron la “Marcha Peronista”, quienes levantaron sus dedos en “V”, hoy han traicionado la esencia de lo que el peronismo representa en la Bandera de la Justicia Social.
Ninguno proviene, al fin de cuentas, del peronismo, por lo tanto, seguramente obraron desconociendo uno de los principios liminares enunciados por la Compañera Evita Perón, cuando señaló: “En este país, los únicos privilegiados son los niños y los ancianos”.
Obra como agravante de esta actitud ruin y deshonrosa, que los tres diputados nacionales integran el Concejo del Partido Justicialista de Salta. Luego, ¿cómo le explicarán a la masa militantes que “Hoy votamos esto, pero mañana vamos a ver qué cosa votamos”. Faltó nada más que dijeran: “Mientras tanto continúen pagándonos las dietas y votándonos siempre”.
En estas horas, la Unión Cívica Radical, acaba de anunciar que llama a reunión de la Convención Nacional para expulsar del partido a los diputados nacionales que votaron esta miserable ley, junto a Luis Petri, ministro de Defensa de este gobierno.
Como militantes, nos preguntamos: ¿Hará lo mismo el Partido Justicialista de Salta?