EL MILITANTE SALTA – REDACCIÓN. – Bajo la ambiciosa sigla de PECAFA (Originalmente, Plan Estratégico para Cafayate), la malograda intendente, Rita Guevara, habría pretendido en un extraño contubernio con algún personaje aterrizado en paracaídas de la provincia de Córdoba, imponer lo que llamaron el “Pecafa”. Evidentemente, una aspiración de deseos porque para ejecutar una idea semejante, el municipio debiera contar con elementos capacitados, cosa que la experiencia demuestra que no existen mentes allí a la altura de la lucidez que tal proyecto requiere.
El “Pecafa” intentó ser un ambicioso proyecto de organización territorial para Cafayate, cosa imposible en un municipio que ni siquiera tiene organización administrativa ni orden institucional y menos todavía claridad en el manejo de los números.
¿Cómo podrían pretender “organizar Cafayate” cuando a ocho meses nadie sabe qué pasó con el resultado de la Serenata a Cafayate? De los 67 millones de pesos de utilidad supuesta iniciales, hoy nadie conoce el destino de los fondos o si con ese dinero se compraron las papas fritas y los chizitos vencidos que repartió la municipalidad. De hecho, el tema terminó en manos de la Auditoría de la Provincia.
Tampoco ha existido a la fecha y pese a los insistentes reclamos del Concejo Deliberante, rendición alguna de ningún gasto. De un total -según informe del mismo Concejo- de 2.000 millones de pesos que habría recibido el municipio en concepto de coparticipación, jamás se vio una boleta de rendición. Y llevaría varias hojas enumerar la cantidad de procedimientos dudosos, algunos lindantes en una posible malversación.
Tanto la intendente, Rita Guevara, como sus sicarios -no se puede llamarlos de otra manera-, no sólo no responden a los pedidos de informes, no asiste a los llamados de los concejales, sino que enviaría a personajes conocidos a iniciar operaciones de desprestigio y burla en las redes sociales, algunas veces hasta con amenazas veladas. Pero de organización y progreso, absolutamente nada.
Así, el famoso “PECAFA”, habría sido concebido en una suerte de extraños convenios con el municipio de la ciudad de Córdoba y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de esa provincia, que el Concejo Deliberante jamás vio y que habría sido cotizado en la suma de 70 millones de pesos. Todo esto siempre al decir de altos funcionarios del mismo municipio que filtran estas informaciones.
A la fecha, el “PECAFA” ya se sumaría a otro de los cuentos conque la administración de la Guevara le pinta el rostro a los cafayateños y que para sostenerlo se han gastado algún par de millones en un conocido medio de Salta. La única verdad es que la realidad de Cafayate se desmorona día a día, sin esperanza