El día después de la multitudinaria marcha universitaria, en el Gobierno minimizan el impacto de la protesta y activan las negociaciones para reafirmar el veto a la Ley de Financiamiento Universitario tras la convocatoria de la Unión Cívica Radical (UCR) para tratarlo el miércoles 9 de octubre en la Cámara de Diputados.
“¿Qué marcha?”, ironizó un importante alfil libertario que planteó que la convocatoria perdió adhesión desde el 23 de abril, cuando más de un millón de personas salieron a la calle en todo el país en defensa de la educación pública, a la fecha.
Desde el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich estiman que entre abril y octubre, el reclamo perdió fuerza y en esta oportunidad solo convoco a un tercio de los que movilizaron a principios de año.
“La marcha no fue en defensa de la UBA porque el conflicto de financiamiento está por resolverse. La usaron solo para desestabilizar a Milei”, repiten por los pasillos de Casa Rosada al tiempo que afirman que insistirán con la propuesta del 6,8% en la negociación paritaria con los gremios universitarios, con quienes esperan retomar el diálogo la próxima semana.
“No afecta en nada”, resumió en sintonía un libertario ante la agencia Noticias Argentinas luego de que cientos de personas colmaran la Plaza del Congreso en reclamo por mejoras salariales a docentes y no docentes universitarios. A horas de la marcha, el presidente Javier Milei hizo oficial el veto a la ley de actualización universitaria.