EL MILITANTE SALTA – REDACCIÓN. – Quedó en la historia como una de las piezas oratorias políticas más memorables. Se acercaban las elecciones donde se habría de recuperar la democracia tras años de dictadura.
El Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, con su estilo campechano y un discurso particularmente sentido había logrado atraer a la gran mayoría del electorado, especialmente a la juventud. Aquella noche en el Obelisco de la ciudad de Buenos Aires, pronunció su discurso de cierre de campaña, diciendo: “¡Llega la democracia a nuestro país!”.
Fue uno de los actos políticos más imponentes de toda la historia argentina. Ante una multitud cercana al millón de asistentes, al pie del Obelisco, el candidato presidencial de la UCR hace un llamado a “ponerle una bisagra a la historia argentina” y consolidar la democracia como forma de vida.
Denuncia a los militares que “nos metieron en la guerra y en una represión atroz e ilegal” y propone la reconstrucción del Estado de bienestar con su consigna de que “con la democracia se come, se cura y se educa”.