El gobierno libertario desembarcó en el Casa Rosada con múltiples focos de conflicto abiertos y con una clara cancha inclinada con el Congreso de la Nación, a quien el presidente Javier Milei le dio la espalda en su discurso de asunción del pasado 10 de diciembre.
No obstante, el oficialismo siempre supo que, más allá de que el Poder Legislativo en su criterio representaba «la casta», sin él no podría enfrentar el aluvión de reformas que aspiraba plasmar en sus primeros meses gestión.
Con menos de un tercio de diputados y senadores, Milei logró mantener bajo su ala las discusiones del Congreso, con sobresaltos, sí, pero logrando triunfos considerables y casi ninguna derrota.
A pocos días de asumir, y tras el dictado del decreto 70/23, el Gobierno mandó al Congreso el proyecto de Ley Bases. Su versión original contaba con más de 600 artículos que tocaban casi todas las áreas del Estado nacional.
En Balcarce 50, envalentonados por la victoria en el balotaje del 19 de noviembre de 2023 y la gran legitimidad de origen que había cosechado Milei, aspiraban a que el Poder Legislativo le diera un tratamiento exprés.