EL MILITANTE SALTA – POR LIZY MEJÍAS. – El Día Internacional de la Cobertura Médica Universal no sólo resalta la necesidad de acceso a la salud para todos, sino que también nos invita a reflexionar sobre los actores fundamentales que influyen en la implementación de este derecho, entre los cuales la mujer y la psicología social tienen un papel crucial. En un mundo donde la equidad en la salud sigue siendo un desafío global, es imprescindible reconocer cómo el aporte femenino y las perspectivas de la psicología social transforman y humanizan el concepto de cobertura médica universal.
La mujer como pilar en la salud comunitaria
La mujer ha sido históricamente el eje central de la salud en muchas comunidades, no sólo como cuidadora en el ámbito familiar, sino también como promotora activa de cambios dentro del sistema de salud. En muchos contextos, las mujeres son quienes llevan a cabo las tareas de salud preventiva, gestión de cuidados y mediación entre los sistemas de salud y las familias. En muchos países, las mujeres siguen siendo la mayor parte de la fuerza laboral en el sector salud, desde trabajadoras sociales hasta médicas, enfermeras y psicólogas. Su capacidad para crear redes de apoyo y su enfoque en el bienestar integral hacen que su rol en la promoción de la cobertura médica universal sea más crucial que nunca.
Desde una perspectiva de género, la salud de las mujeres, particularmente en términos de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, es a menudo relegada en sistemas que no consideran las necesidades específicas de este grupo. La cobertura médica universal no puede ser efectiva sin un enfoque inclusivo que reconozca y aborde estas desigualdades. Las políticas públicas que promueven la salud para todos deben estar diseñadas no sólo para garantizar el acceso, sino también para eliminar barreras económicas, sociales y culturales que impiden que las mujeres accedan a la atención médica adecuada.
La psicología social: entendiendo los procesos colectivos de salud
La psicología social, con su enfoque en los procesos sociales y las dinámicas grupales, también tiene un rol fundamental en la implementación de la cobertura médica universal. Las creencias, actitudes y comportamientos de las comunidades influyen directamente en cómo se percibe la atención médica y en qué medida las personas se sienten cómodas al acceder a los servicios de salud.
Desde la psicología social, entendemos que la salud no es sólo un fenómeno individual, sino un proceso colectivo, interconectado con las estructuras sociales, culturales y económicas de las comunidades. El estigma asociado a enfermedades, la falta de información sobre derechos de salud, o incluso las diferencias de poder entre distintas poblaciones, son obstáculos que deben ser superados para alcanzar una cobertura médica efectiva.
Además, las mujeres, en su rol como agentes de cambio social, pueden ser catalizadores clave en la promoción de la cobertura médica universal en sus comunidades. La psicología social nos muestra que los cambios sociales empiezan desde lo colectivo, y las mujeres, por su posición única en la sociedad, tienen el poder de transformar normas y estigmas asociados a la salud.
Un futuro con salud para todos
El Día Internacional de la Cobertura Médica Universal no sólo es una fecha de conmemoración, sino un recordatorio de la importancia de la equidad en salud. La inclusión de las perspectivas de género y los enfoques de la psicología social permiten que este derecho sea más que una meta: una realidad alcanzable. Solo cuando garantizamos que todas las personas, sin importar su género, situación económica o ubicación geográfica, tengan acceso igualitario a los servicios de salud, podremos decir que hemos alcanzado una verdadera cobertura médica universal.
Este es un llamado a la acción que, además de ser un tema de políticas públicas, también debe ser una causa de concientización colectiva, con un énfasis especial en el aporte esencial de la mujer y la psicología social para transformar las estructuras que perpetúan las desigualdades en salud.