«No hay plata» se ha convertido en una de las frases más simbólicas del gobierno de Javier Milei, quien se regodea de estar llevando a cabo un recorte del gasto público sin precedentes.
Pero en el mercado creen que Milei no podrá repetir el nivel de poda de este año, porque las elecciones le pondrán un límite claro.
Milei cree que está construyendo un nuevo clima de época, marcado por la “batalla cultural” a favor de las ideas libertarias, y por eso prometió profundizar el ajuste en este 2025, año electoral, aunque con más sintonía fina.
En eso trabaja el “coloso” Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, quien cuenta los días que faltan para cumplir el objetivo. Según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), el principal organismo no gubernamental dedicado a este tema, en los primeros ocho meses de 2024 el gobierno redujo el gasto público en un 30,1% interanual, ajustado por inflación: en otras palabras, casi en un tercio.
Si el 2024 fue el año en el que se aplicó el ajuste indiscriminado, que incluyó más de 35 mil despidos en la administración pública, en este año el gobierno deberá apelar a la precisión para terminar con más de 3.200 regulaciones. El bisturí está en manos de Sturzenegger.