A puro autobombo y con la militancia libertaria subida al paravalancha en los balcones para aclamar a su líder, el presidente Javier Milei se las ingenió como pudo para compensar la apabullante imagen de un recinto semivacío por la ausencia planificada de la oposición dura a la Asamblea Legislativa, sumado a una desierta plaza del Congreso a la que sólo se acercaron un puñado de curiosos.
«Somos el mejor gobierno de la historia argentina», se vanaglorió en medio de su mensaje el jefe de Estado, provocando el alarido atronador de sus simpatizantes, que abarrotaron las galerías del recinto.
Altivos y orgullosos, el “ingeniero del caos” Santiago Caputo y el comandante en jefe de las Fuerzas del Cielo digitales, Daniel “el Gordo Dan” Parisini, observaron el espectáculo con regocijo desde el balcón que compartieron con el viceministro de Justicia y hombre fuerte de esa cartera, Sebastián Amerio, y con Agustín Romo.
La transmisión oficial buscó en varios tramos el primer plano de la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, quien quedó en la mira de la Justicia y de la prensa internacional por ser una pieza clave en la trama de vínculos de su hermano con los criptoempresarios que consumaron el escándalo $Libra.
La polémica por la “criptoestafa”, que dominó la agenda de opinión pública durante la semana anterior, fue el elefante en la habitación que Milei invisibilizó durante toda la ceremonia de apertura de sesiones ordinarias.