EL MILITANTE SALTA – REDACCIÓN. – ¡Compañeros!, la historia nos ha enseñado que el peronismo nunca la tuvo fácil. Siempre hubo quienes quisieron doblegarlo, quienes soñaron con verlo rendido, sometido, desarmado. Pero también nos ha enseñado que el peronismo es resistencia, es lucha, es convicción. Y hoy, más que nunca, debemos reafirmar esa identidad.
La intervención del Partido Justicialista de Salta es un atropello a la voluntad popular y a los mecanismos institucionales que garantizaron la elección de nuestras autoridades legítimas. No es la primera vez que quieren arrebatarnos lo que nos pertenece por derecho, pero como en tantas otras oportunidades, la única respuesta posible es la militancia, la unidad y la convicción inquebrantable de que somos el movimiento que siempre renace.
No nos confundamos ni nos dejemos dividir. El camino de la gobernabilidad no es una opción, es una necesidad. Apoyar la gestión de Gustavo Sáenz no significa claudicar en nuestras banderas, sino fortalecerlas desde el compromiso con el pueblo. El peronismo no se trata de estructuras vacías ni de roscas de escritorio, sino de estar donde hay que estar: junto a la gente, defendiendo sus derechos y garantizando un futuro con desarrollo y justicia social.
Nos quieren ver débiles, nos quieren ver enfrentados, nos quieren hacer creer que no hay salida. Pero los peronistas sabemos que la lealtad es nuestra bandera y la organización nuestra fuerza. No vamos a entregar lo que tanto nos costó construir. No vamos a dejar que la intervención impuesta desde afuera nos defina. Porque el peronismo no se entrega, no se vende, no se rinde.
Que cada compañero, cada militante, cada peronista de corazón sepa que este no es momento de bajar los brazos. Es momento de redoblar la apuesta, de reafirmar nuestra identidad, de seguir militando en favor de la gobernabilidad y del respeto a nuestras instituciones. No hay victoria sin lucha, no hay justicia sin esfuerzo, no hay peronismo sin resistencia.
¡No tires la toalla, compañero! La historia nos necesita de pie, como siempre, como nunca.