En Hurlingham, la estrategia digital de La Cámpora generó preocupación entre los vecinos. Bajo la gestión de Damián Selci, se han desplegado tácticas que incluyen trolls en redes y control sobre grupos de WhatsApp, utilizados para moldear la conversación pública, silenciar críticas y amplificar la propaganda oficial del municipio.
Un claro ejemplo es el grupo de WhatsApp «Vecinos de Villa Club», donde los residentes comparten información sobre el barrio. A simple vista, parece un espacio abierto de discusión, pero cualquier crítica a la gestión local es censurada.
El problema es aún más grave cuando se trata de denuncias por inseguridad. Quienes alertan sobre hechos delictivos suelen ser silenciados o expulsados del grupo, ya que estos reclamos contradicen el relato oficial de una administración eficiente.
Pero la censura no se limita a WhatsApp. En redes sociales, el oficialismo recurre a trolls para desviar cualquier discusión incómoda. Si alguien menciona problemas de inseguridad o mala gestión municipal, estos perfiles rápidamente trasladan la responsabilidad al gobierno nacional:
«Milei no le pasa plata al municipio», repiten en los comentarios de Facebook y X.